Impregnada de aires naturales y sofisticados, esta tendencia nos sumerge en un oasis de naturaleza.
El salón se renueva con toques de color en la decoración y paredes decoradas con papeles pintados a mano con acuarela. Prints tropicales de hojas a gran escala en blanco y negro, que se integran a modo de textura. Y plantas, que como parte del mobiliario, se suman a nuestros espacios.
Los muebles en ricos tonos verdes se ven impactantes combinados con bases neutras.
Las formas geométricas fluyen en armonía junto a las orgánicas con arreglo a los códigos de una fresca modernidad.
Cojines de color verde invierno que se entremezclan con destellos dorados y colores cálidos como el mostaza. Textiles claros para los muebles de gran presencia, combinan con los muebles de madera en tonos cálidos y muebles auxiliares en acabados metálicos de líneas finas.
Dormitorios llenos de luz donde importan los detalles.
El color blanco, se combina en paredes, muebles de madera y textiles en un juego de texturas. Los cabeceros en color mostaza, generan sentimientos de calidez y son los protagonistas. Decoran la habitación como si de un lienzo de color se tratara. Los apliques de luz y tiradores en tonos dorados ayudan a crear un ambiente elegante, sobrio y moderado.