De vuelta al pueblo. La casa de los abuelos

La calle huele a tomillo seco y pan recién hecho. El tiempo parece ir más despacio. Volvemos al pueblo, a la casa de los abuelos, a la infancia. En este proyecto el reto era decorar una casa de pueblo y esto va más allá de elegir muebles: es conservar lo auténtico.

La casa de los abuelos ahora adaptada a la vida moderna, pero que exhibe con orgullo las huellas de su larga historia. En la cocina, las antiguas vigas de madera conviven con mobiliario de diseño minimalista como el taburete Stan, que conecta lo vintage con lo moderno.

La casa de los abuelos ahora adaptada a la vida moderna, pero que exhibe con orgullo las huellas de su larga historia. En la cocina, las antiguas vigas de madera conviven con mobiliario de diseño minimalista como el taburete Stan, que conecta lo vintage con lo moderno.

Mirar por la ventana mientras se enfría el café. Escuchar a los pájaros. En la casa del pueblo todo va a otro ritmo. Sin prisa. A veces el mejor plan es sentarse a ver la vida pasar.

Una casa antigua de pueblo no solo se decora con muebles rústicos. También con veranos inolvidables, siestas con las ventanas abiertas y desayunos al sol.

En el salón, elegimos dos piezas como protagonistas, con un diseño acogedor y contemporáneo. Un cómodo sofá cama para las noches cálidas de verano viendo los concursos de la tele. Y la mesa de centro Baltic, con un diseño orgánico y actual.

Madera, cuerda… materiales naturales han sido la opción elegida para el comedor. Es tiempo de sentarse en la silla Nang y mirar cómo la luz se filtra por las cortinas. Materiales que conectan con las raíces.

Dormir es un placer, pero dormir en el pueblo es otra cosa. Escuchar grillos en lugar de sirenas. Taparse con la colcha en pleno agosto.

Para sostener una lámpara de luz tenue, la mesita de noche Corey. La forma de sus relieves evoca la armonía de los muebles rústicos.
Y con el cabecero Plains conseguimos un toque de color que contrasta con las paredes rústicas bien conservadas.

Los muebles de las casas de pueblo saben acomodarse al paso lento de las horas.

Disfrutar de la vida al aire libre, es algo que sobretodo podemos hacer en el pueblo. Por eso, en este proyecto apostamos por muebles duraderos para el exterior como el set Marsala.

Cada casa respira de una forma. Aquí, el pasado siempre se cuela por las ventanas. Te contamos cómo decorar una casa de campo para mimetizarse con el paisaje.

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