por: Laura Fortuño | ir al artículo
Hablamos de simpleza rústica, minimalismo cálido y naturaleza en estado puro. No hacen falta muchas más palabras para explicar el estilo wabi-sabi, que apuesta por sentirse a gusto y conectar con lo sencillo.
«Procura ser tan humilde que todos quieran estar contigo», decía el líder político y espiritual Ghandi. Llevado a la decoración, esta idea nos invita a abrazar hogares sencillos y auténticos, donde la humildad se convierte en un espacio de calma.
Ese es el punto de partida de la filosofía japonesa wabi-sabi, una tendencia decorativa que no busca impresionar sino demostrar que el paso del tiempo puede ser el pilar de un hogar equilibrado y lleno de personalidad.
Algo que podría recordar al estilo japandi, que combina la calidez nórdica con la sobriedad japonesa en espacios minimalistas, pero que se centra más en lo emocional que en lo funcional.
¿Qué es la decoración wabi-sabi?
Sabemos que puede sonar más a plato de restaurante japonés que a estilo decorativo. Nada más lejos de la realidad, aunque lo cierto es que wabi-sabi es la receta perfecta para conseguir un hogar sencillo, natural y que destile autenticidad.
Esta tendencia oriental se compone de dos palabras: wabi significa simple o humilde, mientras que sabi se traduce como rústico o incluso desgastado. Ojo, no es cutre, pero también podría significar algo destartalado.
¿Entonces? Wabi-sabi es el arte de la imperfección, que invita a aceptar el ciclo natural de la vida y descubrir la belleza del paso del tiempo. Una vasija con grietas, una mesa con rozaduras o un tejido gastado pueden contar una historia. ¿Quieres saber todo lo que esta filosofía japonesa puede hacer por tu casa?
Estas son las claves de la decoración wabi-sabi
Adiós a la producción en serie, hola a piezas únicas, formas orgánicas y materiales naturales. Una casa de estilo wabi-sabi invita a la calma, el confort y la autenticidad. Se basa en varias claves:
Busca la simplicidad
Se trata de tener pocas piezas pero con materiales que transmitan calidez. Esta idea nos recuerda al minimalismo, aunque en el estilo wabi-sabi sería algo así como “¿para qué añadir algo si no es necesario y no nos da paz?”
Precisamente paz es lo que transmite este cabecero tapizado desenfundable con acabado en beige. Lo consigue gracias a su tonalidad neutra y pausada, potenciada por el ribete negro del contorno, lo que crea una combinación cálida y armoniosa.
Materiales naturales
El uso de materiales naturales es algo que siempre sale a relucir cuando hablamos de cualquier estilo que esté de moda (por eso es una de las tendencias de decoración de 2025), como por ejemplo la decoración boho-chic.
En la decoración wabi-sabi esto cobra una gran importancia: madera, piedras, fibras naturales, y en textiles lo mismo: algodón, lino, lana… Si lo ves y te apetece tocarlo, es que es wabi-sabi.
Es lo que sucede con este cojín alargado de color blanco con una silueta bordada en línea negra. Su diseño está pensado para las estancias donde es importante el ritmo pausado y disfrutar de una decoración en consonancia.
Oda al acabado natural
La madera embellecida por el paso del tiempo es el material estrella de la decoración wabi-sabi, por su calidez, naturalidad y su belleza auténtica. Esta cómoda de madera maciza con cuatro cajones tiene un acabado artesanal con matices únicos, lo que lo convierte en un mueble con carácter propio, por lo que es perfecta para colocar en el dormitorio o en el recibidor y crear un ambiente singular.
Tonos neutros
Una casa de estilo wabi-sabi hace gala de los colores neutros, como blancos, grises, arenas y beige, para evocar esa naturalidad que tanto le caracteriza. De hecho, no es habitual incluir colores más allá de esta gama cromática.
Un elemento decorativo que encaja perfectamente con esta filosofía es este cuadro fabricado en tela con marco de madera de pino con un diseño sobre el que asoman tímidamente relieves abstractos en color blanco. Recuerda que en este post te explicamos a qué altura se cuelgan los cuadros.
¿Un consejo? El estilo wabi-sabi nunca taparía las imperfecciones de la pared, así que cuanto más desnuda, mejor. Por eso es mejor colocar una gran pieza grande y no tratar de rellenar la pared con nada más.
Un protagonista que destaque en el ambiente
En el estilo wabi-sabi, menos es más. Dentro de esta estética que se parece al minimalismo, siempre hay un elemento que actúa como protagonista del ambiente. A nosotros nos encanta apostar por la madera en su estado más natural.
Para el comedor, una pieza imprescindible es esta mesa rectangular y diáfana de madera de pino. Su diseño rústico y su acabado natural la convierten en el centro de atención de todo tipo de comedores.
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